Una manera diferente de preparar los mejillones, que queda estupenda como un entrante o aperitivo. Esta receta la tenía pendiente de hacer y el resultado es muy bueno, tiene un sabor muy rico. Hacedla y me contáis, ya veréis como os gusta.
2 dientes de ajo,
2 cucharadas de aceite de oliva,
100 ml de vino blanco,
200 ml de nata liquida para cocinar,
una pizca de azafrán,
500 gr de mejillones (el peso es el de las medias conchas que lleva el mejillón pegado),
perejil picado,
sal
pimienta rosa al gusto.
Para la elaboración he utilizado una bandeja de mejillones congelados que vienen ya limpios y cocidos, listos para comer o cocinar. Descongelamos los mejillones (si utilizas frescos pues se limpian y se cuecen en agua con sal y una hojita de laurel hasta que se abran, se escurren y se separan las conchas vacías y ya los tenemos listos para utilizar).
Pica los ajos muy menuditos y ponlos en una cazuela al fuego con dos cucharadas de aceite de oliva. Los rehogas y añades el vino y dejas que se evapore. Añade la nata y condimenta con sal y el azafrán. Incorpora los mejillones y deja cocer unos 5 minutos a fuego suave con la cazuela tapada. Apártalos del fuego y los colocas en una fuente y espolvoreas con el perejil picado y la pimienta rosa recién molida. Y listos para comer!. Como veis una receta sencillita y que se hace en poco tiempo.